A: Chloe
Asunto: Encuentra
Recuerdo, Chloe, el día
en que volví a mi casa y estaba vacía. Mi madre había ido a
atender a la abuela de Tomás que había contraído un virus bastante
peligroso en las vías respiratorias. Mientras tanto, yo me había
quedado al mando de la casa y de mis hermanitos.
Era ya por la tarde
cuando llamó a la puerta un hombre bastante grande y con cara de
pocos amigos, pues tenía una cicatriz que le recorría la cara de
lado a lado. Yo lo conocía de haberlo visto varias veces en mi
barrio y creo que conocía bien a la señora Clarisa, la propietaria
del único club de alterne de mi ciudad.
El hombre se acercó
lentamente hacia mí y me explicó que debía ir a ayudar a mi madre,
pues la abuela de Tomás había empeorado de repente. La anciana
necesitaba que fuera a la farmacia a por algunas vendas y al pantano
a por agua. Yo como ingenua y tonta que era en ese momento, no hice
más que creerme lo que el hombre me decía, por lo que levanté a
mis hermanos y los llevé conmigo a la farmacia y a coger el agua
para la anciana.
Después de un largo
paseo subiendo las colinas con mis hermanitos, llamamos a la puerta
de la casa de Tomás. Esperamos a que se abriese la puerta y cuando
se abrió, no creerías Chloe quién era. Nos abrió la abuelita de
Tomás.
Al verla me sorprendí
tanto que pensé que estaba delirando, pero era ella en realidad. Le
pregunté si había mejorado su salud de repente, pero negó con la
cabeza. Entonces le pregunté dónde se encontraba mi madre. La
anciana me contó que tras sanarla gracias a unas hierbas (que más
tarde descubrí que eran drogas), mi madre había vuelto a casa.
Mis hermanos y yo
volvimos a casa con el agua y las vendas, pero al llegar a la puerta
descubrimos que había sido forzada. Dejé que mis hermanos se
quedaran afuera por lo que pudiera ocurrir después. Al entrar en la
habitación descubrí a una mujer sentada sobre sus tobillos, dejando
caer su cabeza entre sus manos. La mujer en mitad de la habitación
era mi madre y fue en ese justo instante cuando entendí que si antes
éramos pobres y necesitábamos ayuda para comer y subsistir, ahora
habíamos perdido absolutamente todo lo que teníamos por mi culpa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario